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La terapia manual cosiste en aplicar una serie de presiones mantenidas, deslizamientos y manipulaciones osteopáticas, en busca de impulsar al tejido conectivo a recuperar su viscoelasticidad. Con ello consegimos que aumente el flujo sanguíneo, facilitando al organismo su capacidad de recuperación propia.
El éxito de cualquier tratamiento de fisioterapia depende directamente de una valoración inicial exhaustiva. Valoramos la biomecánica, aplicamos tests de valoración ortopédica, y nos apoyamos en la ecografía musculo-esquelética
La inducción miofascial logra una correcta viscoelasticidad y un correcto deslizamiento entre planos superficiales y profundos del tejido conectivo. Con técnicas específicas indoloras, logramos aliviar el dolor, recuperar la movilidad y con ello, mejorar la circulación de los fluidos. Podemos tratar patologías de origen músculo-esquelético como dolor lumbar, cervical, alteraciones en la biomecánica tanto de miembros superiores e inferiores.
La Craneosacral consiste en aplicar unas suaves maniobras, valorando el ritmo craneosacral del líquido cefalorraquídeo, y de esta manera, poder actuar en la motilidad de aquellas suturas craneales, que por diferentes motivos la han perdido. De esta manera, los pares craneales se ven beneficiados con esta técnica. Podemos tratar con ella dolor de origen orofacial, como la neuralgia del trigémino, cefaleas,
Las manipulaciones osteopáticas inciden en las articulaciones para recuperar su movilidad. Pueden ser directas o indirectas, aplicando el fisioterapeuta la más adecuada, según el estadio de la lesión y las limitaciones o contraindicaciones que puedan estar presentes. La técnica directa consiste en aplicar un movimiento rápido sobre la articulación, en una dirección determinada, con ayuda de un brazo de palancas (utilizando el propio cuerpo del paciente), escuchando a menudo un "chasquido articular" conocido como "trust". La técnica indirecta se aplica usando igualmente el cuerpo del paciente, para generar un brazo de palanca, y con ayuda activa del paciente, con fases de contracción y relajación, se va logrando aumentar la movilidad de la articulación.
Después de una cirugía, la terapia manual puede ayudarte a recuperar la movilidad articular, el trofismo muscular, la propiocepción y funcionalidad de las articulaciones. La terapia manual evita la formación de fibrosis, acelera el proceso de recuperación y evita las adherencias a los planos profundos de las cicatrices.
La terapia manual nos puede ayudar a aliviar dolor de cualquier tipo, ya sea de origen muscular, articular, tendinoso, ligamentoso o neural. Combinándola con el ejercicio terapéutico logramos resultados excepcionales y duraderos.
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